Una de las cosas más emocionantes de viajar es descubrir que las palabras no bastan para entenderse. Viajar es como meterse en un videojuego en el que tienes que descifrar cómo funciona un nuevo mundo. Es lo que le ocurrió David Jiménez en Asia. Al periodista le costó una sucesión de momentos “lost en translation” aprender a desenvolverse en China, Bután y otros países del lejano Oriente.