T2 E5.
T2 E5.
Ella quería matarlo. Buscó a unos sicarios, pero los sicarios se la dieron con queso (una lección moral para el que quiere matar). Pero el acoso y la locura no tienen límites. Ella siguió persiguiéndolo hasta que una noche…
CON GRAVEDAD Lunes, 14 de julio de 1902
En la redacción de El Imparcial.
Buenos días.
ACENTO ANDALUZ Buenos días, señor director.
¿Ha oído ya lo del nuevo crimen?
No. ¿Qué ha pasado?
Me he pasao por el juzgado de guardia y me han dicho que anoche una mujer mató a su marido.
¡No me diga! Esto es el mundo al revés. Son los hombres los que matan a las mujeres y ahora tenemos a dos asesinas… Hace unas semanas la Cecilia Aznar esa y ahora esta.
Sí, ya es raro… ¿Le parece bien si le escribo la noticia?
INCREDULIDAD Y SOBERBIA 😲 ¿Usted?
🤷 COMO DICIENDO “PUES CLARO” Síí, yo.
¿Y entonces quién va a hacer hoy su «Columna para la mujer»?
Pues yo, ¿quién la va a hacer? Yo puedo hacer las dos cosas. De hecho, ya casi tengo escrita la columna de los nuevos sombreros de París… ¡Si me apuro, llego perfectamente al cierre con los dos artículos!
Mm… No sé, no sé, señora Patrocinio… Que empieza por aquí y la próxima vez me pedirá escribir la crónica de los toros.
No se preocupe, don Eduardo, que eso no se lo voy a pedir.
De acuerdo. Encárguese de la crónica, pero ya sabe que para los temas serios tiene que firmar con su seudónimo…
CONVICCIÓN ¡Faltaría más! Sé muy bien que cuando no hablo de recetas, ni modas, ni poemas, soy… CON VOZ GRAVE Pedro Ticiano Imab.
CON GRAVEDAD Lunes, 14 de julio de 1902, a media mañana.
En la redacción de El Imparcial.
ACENTO ANDALUZ Pues…, don Eduardo, ¡me voy ahora mismo a mi casa a escribir!
Me parece muy bien.
Pero qué desastre de vidas…
Bueno, bueno… No venga ahora a lamentarse… que fue usted quien pidió quedarse con esta noticia.
Por supuesto. Hay que contarla. Hay que informar de los horrores aunque no nos gusten. Tenemos que conocer la sociedad en la que vivimos pa intentar mejorarla. ¡Pero cuánto nos queda por progresar, don Eduardo!
😒 CÍNICO Ande, ande… no empiece ahora con sus cosas del arte y la ciencia, y vaya a su casa a escribir. Que un crimen vende muchos periódicos y también hay que comer.
Esta tarde le traigo la crónica… y quédese tranquilo, que también le traigo mi «Columna para la mujer», 🙃IRÓNICA con los pespuntes cosíos y to.
Mmm… lo voy a titular… Mmm…
Un drama conyugal
Y subtítulo:
Mmm… Un hombre asesinado por su mujer. Punto. Historia de un largo martirio
Transcurría tranquila la noche del domingo en Madrid. En una casa de la Plaza de la Cebada descansaba un hombre llamado Santos Moreno Carrasco.
A la mañana siguiente tenía que levantarse temprano porque era inspector del repeso del pan.
El que está al quite en los mercados pa que te pesen el pan en condiciones y no te la cuelen.
Pero Santos no pudo ir a vigilar las hogazas y los molletes. Ni siquiera pudo levantarse temprano para ir al mercado. ¡Porque lo habían matado! ¡Lo había matado su mujer! Y esto es lo que sabemos del crimen por los datos que aparecen en las diligencias sumariales:
Santos Moreno Carrasco tenía 56 años, y antes de vigilar el pan, era cabo de la Guardia Civil. Fue entonces cuando se casó con una mujer llamada Vicenta Gómez Segovia soñando con un hogar honrado y abnegado. 🔝
Pero no fue eso lo que le deparó la vida, porque Vicenta tenía un temperamento impulsivo, liviano y sensual. 👄
Era violenta e indomable. 🐈
Hacía lo que le salía der shosho.
Aquel matrimonio era todo disgustos, y un día la cosa fue a mayores:
el esposo se enteró de la mala conducta de su mujer, y con pruebas concluyentes, la llevó a los tribunales.
Mala mujeeer… Que me la estás pegaaando… 🎵
El juzgado de la Universidad tramitó la causa por delito de adulterio y Vicenta fue procesada. La mujer obtuvo el beneficio de pobreza para demandar alimentos a Santos, 😯 ASOMBRO pero no lo llegó a pedir.
Eso era como la pensión de ahora de los divorciaos.
Desde ese momento vivían separados. 🙃IRÓNICA Y Santos, para que alguien lo cuidara, se llevó a su lado a una sobrina.
🙃 IRONÍA Una sobrinita… como si no supiéramos que las “sobrinas” eran amantes tracatá.
Vicenta, lejos de enmendarse, continuó dando disgustos a su marido.
A cualquier hora del día o de la noche, iba a su casa y le montaba un escándalo.
¡Le gritaba!
¡Lo insultaba!
Eres un cabróóón hijoputaaa 🎵
¡Le zurraba!
Y cuando tenía ocasión… lo amenazaba con matarlo.
Te mataré en agostooo… pecadooor… 🎵
Vicenta no se andaba con chiquitas.
TONO DE CHIQUITO Ni chiquitooors.
Un día agredió a su esposo con tal fiereza que le dejó el cuerpo tronchado con diez heridas de arma blanca. Santos la denunció y la procesaron de inmediato.
Pero cuando el hombre se curó de las lesiones, salió a la calle, y en el distrito de la Inclusa, 😱TERROR volvió a encontrarse a Vicenta.
La mujer tenía una pistola en la mano… ¡y disparó a su marido!
Por fortuna no hizo blanco y Santos logró escapar corriendo.
Los vecinos dieron cuenta del disparo a la policía, pero Santos no dijo quién fue la agresora y Vicenta escapó del castigo.
Las amenazas y las agresiones siguieron a diario. Y Santos, hartico vivo, se encerró en su casa y no salía más que a trabajar.
De pronto llegó un día en que Vicenta no apareció por la casa de Santos con sus gritos y amenazas. Fue hace poco más de un mes: el pasado 2 de junio.
El día 3 tampoco hubo rastro de ella.
Ni el cuatro…
😀ALEGRÍA ¡NI el cinco! ¡Y Santos se creía ya libre de las iras de su mujer!
Pero había algo… que no sabía…
CON GRAVEDAD Ese mismo lunes, 14 de julio de 1902, a primera hora de la tarde. En casa de la periodista Patrocinio.
SEVILLANO, 50 AÑOS, CULTO, CARIÑOSO
Patrocinio, querida, ¿no descansas?
ACENTO ANDALUZ No puedo, esposo mío. Tengo que entregar la crónica.
Una mujer que mata a su marido… Qué hecho tan insólito.
Sí, los periódicos se regodean en los detalles de los crímenes y los convierten en un folletín… Pero estos sucesos merecen el análisis de un psicólogo, y un estudio profundo de lo que pasa por las mentes de estas personas.
Llevas toda la razón, querida.
MIENTRAS SE ALEJA Te dejo que sigas trabajando.
Venga…
Hablamos ahora de la parte más inquietante y misteriosa del sumario.
En esos días de junio en los que Vicenta parecía tranquila, en realidad, urdía un plan de lo más terrorífico.
Vicenta trabó relación con unos gitanos y les propuso un plan:
UN POCO LOCA Quiero matar al fresco de mi marido. Vosotros… ¿haríais eso?
¿Y cuánto nos daría usted por dejarlo muerto?
¡Ah, eso lo arreglamos ahora mismo!
Los gitanos aceptaron el trato y acordaron un precio de 7 pesetas y 50 céntimos «por el servicio». Vicenta les entregó una pistola… y se echó a esperar la noticia del crimen.
Pero pasaban los días y Santos seguía tan pichi yendo cada mañana a trabajar.
Vicenta se iba poniendo furiosa porque no llegaba la noticia del asesinato.
Y al fin lo que le llegó fue un sobre con dos papeles. El primero era la papeleta de empeño de la pistola.
¡Qué cojones es esto!
¡Los gitanos habían empeñado la pipa por dos pesetas cincuenta céntimos!
¡Niñaa, trae más vino pacá!
El segundo papel era una carta que decía:
Vicenta, de nosotros no ha estado nunca matar a nadie.
No queremos ser asesinos. Así que si quieres matarlo, tendrás que buscarte a otros hombres que no sean servidores de faraón.
Los gitanos le habían mandado una burla en la papeleta de empeño, y en la carta: una lección moral. PICARONA Y ahora… se gastaban el dinero alegremente.
¡Ole, ole y ole por la Vicenta, que nos ha convidao a tos!
La ira de Vicenta se iba encendiendo con los calores del verano. Y el domingo pasado, al caer la noche, la cosa estalló.
Vicenta volvió a la casa donde Santos vivía con… su sobrina. ¡Ahí que se plantó en el número 6 de la calle Santa Ana! Y como vivían en el bajo, se acercó a la reja de la ventana y empezó a gritarles:
Hijo de putaaa, hay que decirlo mááás… 🎵
Santos, descompuesto, salió a la calle y le suplicó:
APURADO Vicenta, por Dios, para, que estás armando un escándalo. No grites más, que vas a despertar a todo el vecindario.
Cálmate, mujer, cálmate y vete a tu casa…
Y a ver si me dejas tranquilo de una vez, por favor te lo pido.
Cuando Santos iba a entrar en su casa, Vicenta se lanzó sobre él y lo agarró de la cara. Él se soltó y le pegó una bofetada.
Quiso la casualidad que en ese momento pasaran por ahí dos soldados, y al ver la trifulca, fueron hacia ellos:
¡Pche! ¡Qué pasa aquí!
😡ENFADADO ¡Esta mujer, que me está atacando! Viene a mi casa a pegarme.
Los soldados detuvieron a Santos y a Vicenta, y los entregaron al sereno de la calle de las Velas para que los llevara a la comisaría del distrito.
ENLOQUECIDA ¡A mí dejarme en paz! ¡A mí que no me toque nadie! ¡Asquerosos! ¡Malnacidos! ¡Hijos de mala madre!
Vicenta gritaba e insultaba a todos. ¡Aquello era un torbellino de improperios! El sereno no podía desatender más tiempo sus funciones y buscó a un guardia municipal para que llevara al exmatrimonio a la comisaría.
Entonces caminaban juntos Santos, el guardia y Vicenta. En este orden. Y cuando pasaron frente al antiguo café de Naranjeros, ella se separó un paso por detrás ¡y…!
Santos cayó al suelo. ¡Y no había en él un halo de vida!
¡Estaba muerto!
Válgame el señooor… Qué tragedia, qué dolooor… 🎵
El guardia se echó la mano a la oreja porque el fogonazo le había producido una quemazón.
¡Aaaay!
Miró al suelo y vio a Santos tendido, desplomado, chorreando sangre por la sien derecha.
Vicenta lloraba con amargura y gritaba:
ENLOQUECIDA ¡Aaay, han disparao a mi marío desde la ventana de ese café! ¡Aaaay, que me lo han mataooo! ¡Asesinooos!
Hubo un momento de confusión...
¡Alguien me puede decir qué coño está pasando aquí!
… pero las dudas se despejaron cuando apareció un corneta del regimiento de Saboya. Él había visto todo perfectamente.
Había visto cómo Vicenta metió la mano entre los pliegues del mantón que llevaba en el brazo izquierdo,
🎵🎵🎵
Sacó una pistola,
🎵🎵🎵
Pasó el brazo por detrás del guardia para que no la viera,
🎵🎵🎵
Apuntó a la cabeza de su marido,
🎵🎵🎵
Disparó,
🎵🎵🎵
y arrojó el arma al suelo.
¡Señora, usted ha sido la que ha disparado! ¡Ahora mismo a comisaría! ¡La llevo ahora mismo a comisaría!
¡A mí no me toque! ¡Que yo no he sido! ¡Está usted chalao! ¡Que no me toque, sinvergüenza!
¡A ver, señora! ¡Muévase de ahí! ¡Retírese! ¡Muévase, le digo!
Las sospechas del corneta se confirmaron: debajo de los pies de Vicenta había una pistola.
Que te han pillaooo… con el carrito del helaooo… 🎵
El corneta llevó a Vicenta a comisaría y ahora está detenida e incomunicada.
😫ENLOQUECIDA ¡Que os estoy diciendo que nooo! ¡Que no he hecho nada! ¡Desgraciados! ¡Os vais a enterar, guardias de pacotilla! ¡Infames! ¡Que sois unos malditos infames
CON GRAVEDAD Siete meses después. Viernes, 26 de febrero de 1903, por la tarde. En la redacción de El Imparcial.
Buenas tardes, Patrocinio.
ACENTO ANDALUZ Buenas tardes, señor director. Vengo a traer la crónica del juicio de Vicenta.
Habrá contado todos esos detalles que le gustan a la gente, ¿verdad?
Pfff… ya sabe, don Eduardo, que a mí no me gustan esas cosas.
Como el público pide noticias de sensación, pues, ¡hala!, muchos periódicos las exageran y hasta se las inventan. Pero yo no voy a hacer eso.
Noo, hombre, noo… No digo yo que haya que llegar a eso, pero tiene que entender que a la gente no le gusta aburrirse. ¡Y quieren que les contemos los crímenes como si fueran una novela!
Mm… No sé, ¿eh? No sé… Creo que la prensa puede ayudar a que la Justicia tenga más datos, pero… con las exageraciones que leemos, no sé yo si lo que hacemos es animar a que alguno busque la celebridad robando y matando al prójimo…
Pues mire, me parece un tema interesante para que lo plantee en nuestra columna «Psicologías de la opinión». ¿Escribe usted la de mañana?
Con mucho gusto. Y aquí le dejo la crónica de tribunales, ¡que he corrido mucho para llegar a imprenta!
La parricida de la Plaza de la Cebada. Dos puntos. Juicio y veredicto.
Empezó el juicio con el informe del fiscal. Era el señor Mena y explicó que el delito se había cometido con dos agravantes. El primero:
Premeditacióóón... 🎵
Vicenta ya tenía concebido el crimen porque lo hizo en la primera ocasión que pudo.
Y el segundo:
Alevosíaaa… 🎵
Hizo el disparo a corta distancia y de tal forma que la víctima no pudo advertir la agresión.
Después habló el abogado defensor. El señor Esteve pronunció argumentos en tonos levantados y apeló al jurado de este modo:
😐SERIO Y FERVIENTE Sepan ustedes que pueden dictar un veredicto equivocado y ese gravísimo error judicial puede tener consecuencias irreparables.
El presidente del tribunal hizo un elocuente resumen del juicio y después, el jurado se retiró a deliberar sobre las preguntas del veredicto.
Qué pasará… qué misterio habrá… 🎵
puede ser su gran noche… 🎵
Una hora más tarde se reanudó la vista y el presidente leyó el veredicto del jurado.
Vicenta Gómez Segovia, ¿es culpable de disparar a Santos en la región craneal posterior, llegando a tocar el llamado nudo vital, y provocándole la muerte?
Síiiiii… 🎵
¿Perseguía a su marido, le insultaba y le amenazaba de muerte hasta haber sido penada por ello?
Síiiiii… 🎵
Inmediatamente antes del crimen, ¿él la amenazó y le dirigió las palabras ofensivas de que era una bribona?
Nooo… 🎵
En la tarde anterior a su muerte, ¿se propuso Santos Moreno ir a la corrida de toros en compañía de otra mujer, ofendiendo a Vicenta Gómez?
Nooo… 🎵
Habló después el fiscal.
La defensa: nada tenía que alegar.
Y el juez, como representante de la ley, dictó la condena de Vicenta Gómez Segovia:
¡Pena de muerte!
CON GRAVEDAD Ocho meses después.
Viernes, 13 de octubre de 1903, a las 10 de la noche.
En la redacción de El Imparcial.
ACENTO ANDALUZ ¡Hola, buenas noches! ¿Está don Eduardo en la redacción? ¿Lo pillo aquí todavía?
Doña Patrocinio, buenas noches. Claro, pase, pase.
Buenas noches, Patrocinio. La estábamos esperando.
ACENTO ANDALUZ ¡Uy lo que ha merecido la pena ir a la Cárcel de mujeres! ¡No saben la reacción de Vicenta cuando le han dicho lo del indulto!
🙃IRÓNICO ¿Y…? Bueno, mejor póngase a escribirlo, a ver si podemos cerrar pronto.
ACENTO ANDALUZ Ahora mismo…
Pero siéntese y escríbalo aquí. Si lo escribe en su casa y luego tiene que venir a traerlo, cerraremos tardísimo.
La parricida de la Plaza de la Cebada. Dos puntos. Indultada.
Vicenta Gómez Segovia se libra de la pena de muerte. A las ocho y media de la tarde sacaron a la Puerta del Sol un gran cartel que decía:
La parricida de la Plaza de la Cebada ha sido indultada en el consejo de ministros que acaba de terminar.
El director general de prisiones marchó de inmediato a la Cárcel de mujeres para informar a Vicenta.
Abrieron su habitación, le dieron la noticia y Vicenta, muy alegre, se puso a palmotear.
Vicenta se ha libraooo… del fin de Maria Antonieta… 🎵
Los ojos de la reclusa brillaron de alegría, pero imponía ver su aspecto desdichado. Vicenta tiene los ojos desfigurados por varias operaciones quirúrgicas y le han amputado una parte de la mandíbula inferior. Su rostro no tiene movimiento. No puede gesticular, y eso da a la infeliz un aspecto monstruoso.
Hija mía… ni en Tinder te vamos a colocar.
Pero esa felicidad por la noticia del indulto… ¡se esfumó en dos segundos! Vicenta se acurrucó a los pies de la cama, miró a todos con recelo y no volvió a decir una palabra. Los funcionarios y los periodistas nos extrañamos y una hermana de la caridad que trabaja en la cárcel nos dijo:
No tiene nada de extraño. Es una mujer muy especial.
La hermana de la caridad contó algunos episodios de Vicenta para aclarar a qué se refería con eso de «muy especial».
Ya ocurrió algo raro el día que entró en la cárcel. Vicenta llegó llorando, desesperada. Lloraba sin consuelo alguno.
😭LLORA DESESPERADA PERO NO DESAGRADABLE Buaaaah.
Las monjas trataron de consolarla diciéndole que era muy probable que le dieran el indulto. Le dieron todo tipo de argumentos tranquilizadores. Que si Dios, que si el perdón, que si la misericordia… Pero no había manera. Vicenta lloraba y lloraba…
😭LLORA DESESPERADA PERO NO DESAGRADABLE Buaaaah.
Al fin, al cabo de las horas, Vicenta pronunció unas palabras
😭LLORA DESESPERADA PERO NO DESAGRADABLE Buaaaah.
Claro es que esta conducta revela que la integridad cerebral de Vicenta es muy dudosa. Podrá haber sido una criminal, pero lo que está fuera de duda es que es una verdadera enferma, y hubiera sido una crueldad inaudita aplicar la pena de muerte que por ley le fue impuesta.
Amén Jesús.
CON GRAVEDAD Primavera de 2022. Zaragoza.
En la consulta del psiquiatra forense José Carlos Fuertes. PAUSA
🙃IRÓNICO Parece que Mar va a estirar esta entrevista hasta el día del Juicio Final.
Le he puesto el micro de solapa al doctor José Carlos Fuertes y no voy a dejar que se escape ni una sola palabra.
Estamos hablando de psiquiatría forense y le pregunto qué podría haber llevado a Vicenta a que matara a su marido.
En principio parece un acoso…
… porque se han separado y entonces se separan. Y entonces ella lo que hace es no aceptar esa separación. O sea, rechaza por completo que se produzca la ruptura. Estamos una vez más, solo que a la inversa, de que «este es mío». Tengo la posesión del otro. Y entonces no acepto que se vaya. No lo puedo tolerar, no lo puedo soportar. son los cuadros de celos patológicos en muchos casos. El celo no es amor. Los celosos se sienten inferiores, son muy inseguras.
El doctor Fuertes dice que las personas celosas tienen una «creencia doblemente equivocada».
Primero que la otra persona es de su propiedad. Y en segundo lugar, tienen la creencia de que «es mío y nadie lo puede tocar». «No me puede dejar». «No se puede ir con otros», es decir, no puede tener vida propia. Eso son dos errores fundamentales en el pensamiento. Por lo tanto, los celos no son nunca una muestra de amor. Son una muestra, en todo caso, de desequilibrio mental, de trastornos muy cercanos a la psicosis. Es más, los celosos, celosos de verdad, son psicóticos. Son personas que creen eso que es mía o que es mío y que por tanto me pertenece, y que sin mí su vida no tiene sentido y la mía tampoco. En muchos casos matan y se matan.
El doctor Fuertes dice que las personas celosas tienen una «creencia doblemente equivocada».
Primero que la otra persona es de su propiedad. Y en segundo lugar, tienen la creencia de que «es mío y nadie lo puede tocar». «No me puede dejar». «No se puede ir con otros», es decir, no puede tener vida propia. Eso son dos errores fundamentales en el pensamiento. Por lo tanto, los celos no son nunca una muestra de amor. Son una muestra, en todo caso, de desequilibrio mental, de trastornos muy cercanos a la psicosis. Es más, los celosos, celosos de verdad, son psicóticos. Son personas que creen eso que es mía o que es mío y que por tanto me pertenece, y que sin mí su vida no tiene sentido y la mía tampoco. En muchos casos matan y se matan.
Y esto lleva al doctor Fuertes a pensar que Vicenta podría sufrir un trastorno.
Yo me inclinaría a pensar que estamos ante un trastorno del espectro psicótico.
Y esto lleva al doctor Fuertes a pensar que Vicenta podría sufrir un trastorno.
Yo me inclinaría a pensar que estamos ante un trastorno del espectro psicótico.
A principios del siglo XX los psicólogos no hablaban de psicosis y menos aún de trastorno del espectro psicótico. De lo que sí hablaban mucho era de la histeria. En revistas científicas como el Observador médico o la Gaceta médica catalana dedicaban artículos continuamente a esta…
Abrimos comillas:
«Enfermedad orgánica».
Abrimos comillas:
Hoy los psiquiatras saben mucho más sobre la histeria. Pero en la cultura popular el concepto de histeria anda bastante perdido y bastante despistado.
El trastorno histriónico o histérico de personalidad no tiene nada que ver con el concepto popular de histeria. ¿Que es un histérico? La persona que es muy nerviosa. Este es histérico, que chilla, que hablen en alto, que grita. No, mire usted, el trastorno histriónico es esa necesidad permanente de llamar la atención y la histeria no tiene nada que ver con esa forma de entender la patología. No es que este es un histérico porque le gusta, le gusta chillar, le llama la atención. No, no solo eso. Un histérico es una persona que puede quedarse ciego sin que tenga ningún problema en la visión, no poder mover un brazo sin que exista ninguna causa que lo explique. O tener eso que llamamos la doble personalidad: doctor Jekyll y Mister Hyde. Detrás de eso existe un trastorno que se llama trastorno disociativo, que era la histeria freudiana clásica. Por eso se utiliza de una manera muy errónea, equivocada en los conceptos psiquiátricos. Se han vulgarizado, han perdido absolutamente el rigor.
Estamos usando las palabras a lo loco. A cualquier rasgo de personalidad le encasquetamos un diagnóstico y nos quedamos tan panchos. Y esto viene con el agravante de que nos da igual no ser psiquiatras. Aquí diagnosticamos cualquier hijo de vecino.
Se habla de depresión sin que lo sea. Mire usted, estar triste es una cosa y estar deprimido es otra. Se habla de esquizofrenia cuando una persona es rara. Se es raro y se es raro, no esquizofrénico. Y si hablaba antes de neurosis, este es un neurótico. Pero oiga, ¿qué entiende usted por neurosis? Si tener una neurosis va desde ser hipocondríaco, a tener fobia, a tener ansiedad, a ser una persona que ha tenido un trastorno por estrés postraumático. Todo eso se metió en un cajón que se llamaba neurosis.
La psiquiatría aún tiene el reto de crear un vocabulario común para toda la comunidad científica.
¿Cuál ha sido el interés de la psiquiatría durante los últimos 200 años? Ir teniendo sistemas de clasificación parecidos a los que tiene la medicina interna. O sea, cuando un internista habla de una patología renal, entiende perfectamente cualquier internista en otra parte del mundo lo que es una pielonefritis. Sin embargo, cuando un psiquiatra americano habla o hace un diagnóstico de esquizotipia, el psiquiatra australiano a lo mejor entiende otra cosa distinta.
La psiquiatría está intentando crear sistemas de clasificación iguales en todo el mundo. Lo que el doctor Fuertes llama:
Para todos café.
Para todos café.
Qué alivio…
Le pregunto al doctor Fuertes qué es un psicópata: un psicópata ¡de verdad!
Psicópata, psicópata de verdad es raro. Lo que son frecuentes son los asociales o los disociales, o sea, gente que tiene conductas violentas, comportamientos agresivos, comportamientos que van en contra de la norma, pero tienen sus códigos de valores, sus criterios de rango de autoridad, es decir, el concepto del delincuente. Los delincuentes no todos son psicópatas. El psicópata va por libre. Hace lo que le da la gana, no tiene jefes, no tiene normas, no aprende del castigo. Es un sujeto que dentro de unos años, cuando avancemos más, veremos que su cerebro está mal hecho, está mal construido y probablemente será un ejemplo de una enfermedad o de un trastorno de personalidad que cuando se identifiquen las alteraciones que funcionales y anatómicas están detrás, nos arrepentiremos a lo mejor de pensar que su frialdad emocional es la maldad.
«Diagnóstico de maldad»… ¡Um! Que poco médico suena eso. Y parece que poco médico y poco científico es, a juzgar por lo que dice el doctor Fuertes…
Yo me pongo de los nervios cuando oigo diagnósticos de maldad, o sea, el diagnóstico de maldad o de bondad un médico no lo debe emplear y menos un psiquiatra. Decir mire, este señor tiene un comportamiento antisocial. Que sea bueno o malo es patrimonio de la ética, de la filosofía, de la deontología, pero no de la medicina. No debemos conformarnos con decir: «No, es que es malo, es que hay gente mala». Claro que hay gente mala y gente buena y gente santa. Pero eso son creencias, son opiniones. Y eso está al margen de lo que es la evidencia, que es lo que debe buscar el médico. Los médicos tenemos que movernos con evidencias y la evidencia requiere un proceso de diagnóstico científico, técnico, hipotético, deductivo. Es decir, yo emito una hipótesis, la intento confirmar... Lo que es la ciencia médica y lo que ha sido siempre el trabajar científicamente. Ahora lo que pasa que hay muchas personas charlatanes, personas que opinan, todólogos que saben de todo... En fin, dan lecciones a todo el mundo y todo eso se va extendiendo como una mancha de aceite.
Miro el reloj. Me queda poco tiempo. Apenas una última pregunta…
Entonces le pido que acabemos con altura. Algo útil. Algo valioso…
Le pido algún consejo para aprender a cuidarnos mejor y empieza diciendo algo que me sacude la cabeza.
Tiene que desaparecer esa dicotomía, esa separación entre la mente y el cuerpo, o sea, no existe una separación entre lo mental y lo físico. Eso es propio del siglo XVI, XVII, la mente radicaba en el cerebro, estaba el espíritu, estaba el diablo o el bien y el mal. No, mire usted, el cerebro es un órgano más de nuestro organismo, que tiene unas funciones muy complejas, que conocemos no todas pero tampoco somos tan ignorantes como algunos piensan. Todavía hay gente que piensa que el cerebro no se sabe nada y que su cerebro solo se utiliza el 5 por ciento. Una chorrada como la copa de un piano. ¿Pero qué están diciendo?
Ya se conoce bastante el cerebro y el doctor Fuertes lo describe así:
El cerebro es un órgano que tiene una serie de interrelaciones, conexiones, que tiene una serie de sistemas de funcionamiento, unos sistemas que tienen que andar combinados, que están unidos al sistema hormonal. Hay mucha neuroquímica, hay una serie de elementos que cuando no van bien producen los síntomas. Cuando esos elementos, esos sistemas, esos circuitos fallan, no dan dolor. Lo que dan son tristeza en los casos o alucinaciones en otros, o sentimientos de inferioridad en otros, o tristeza. Pero lo que no podemos aceptar es que en el cerebro hay otra cosa distinta que materia. Es decir, tenemos un encéfalo. El encéfalo es lo que llamamos el cerebro, y el cerebro es el que funcionando, dando lugar a una serie de interacciones y de comunicaciones, produce los que llamamos funciones psíquicas superiores, que es el pensamiento, la afectividad, el lenguaje. Pero eso son la expresión del funcionamiento cerebral.
Antes trataban el cuerpo y la mente como si fuesen algo distinto, algo separado, porque les faltaba información. Pero ahora sería una brutalidad.
Hace muchos años no existía ni por asomo una resonancia nuclear magnética, no habría una tomografía por emisión de positrones, no teníamos la ingeniería médica que tenemos hoy. Entonces, claro, se inventaban cosas. Se inventaban teorías, como hizo Freud. Lanzo ahí, se tiró a la piscina y dejó la interpretación de los sueños y se cascó ahí unas interpretaciones de lo más curioso y luego la transferencia en nosequé. Todo eso lo ves ahora, y cuando tú ves que una personalidad psicopática se le enseña una determinada imagen y vemos cómo en la tomografía no se encienden los circuitos, o si se enciende no se iluminan unos cuando ve una mujer y otros cuando ve un hombre, pues eso te hace mucho pensar y cambiar la forma de ver la psiquiatría, la psicología, la conducta humana. Entonces ahí es donde está el primer consejo del primer consejo es no separar mente y cuerpo.
Después da un segundo consejo:
El cerebro es el director de la orquesta y es verdad que si falla él, falla todo, falla todo. Cuando no hay un equilibrio en lo que llamamos salud mental, cuando no existe ese equilibrio entre la serotonina, la dopamina, los neurotransmisores, el cortisol... Cuando eso falla evidentemente la repuesta o la repercusión puede estar hasta en la uña del pie. Cantidad de dolores, cantidad de disfunciones, alteraciones digestivas. En el tubo digestivo tenemos gran cantidad de neuronas. Es el segundo cerebro, dicen periodísticamente. Pero es que es verdad que gran cantidad de neuronas en el tubo digestivo, que tienen una capacidad de percibir también sentimientos, emociones y por tanto, no es de extrañar que cuando una persona recibe un impacto negativo tenga una manifestación intestinal o que tenga una manifestación urinaria. O que el sistema vegetativo, que es el que controla toda nuestra vida, si estamos respirando es porque una parte del cerebro lo está ordenando, y el corazón late a la frecuencia que ese cerebro le ordena que lata. Y si yo veo es porque mi cerebro está intacto y me permite ver, porque si yo tengo un problema en la región occipital no veré por muy bien que tenga mis ojos, no podré ver. Entonces eso es lo que hay que intentar tener claro.
El doctor Fuertes da un consejo más desde otro enfoque:
Luego ya desde el punto de vista de la conducta qué hay que hacer para ser una persona medianamente sana, porque la salud es un deseo, no es una realidad. No estamos nadie, ni completamente sanos, ni tenemos un equilibrio total. Lo que hay que intentar es interpretar y decodificar lo que nos pasa de la forma más aséptica posible. Es decir, yo creo que la salud mental va muy unida a valorar los acontecimientos de una manera... la palabra no es fría, pero sí sería de una manera un poco más lejana, serena.
El doctor Fuertes da un consejo más desde otro enfoque:
La salud mental es quererse uno a sí mismo. La salud mental es no dar importancia a lo que los demás nos digan. Tanta. La salud mental es huir del perfeccionismo. Es imposible ser perfecto porque la condición humana va unida a la imperfección. Entonces, no es difícil el tener salud mental. Ahora no es difícil, aunque nos empeñamos en cada vez hacerlo más. Claro, si yo estoy trabajando con unos tiempos muy limitados, estoy con una presión, una sobrecarga laboral intensa, si me han dicho que tengo que ser feliz, tengo que tener, conseguir una serie de objetivos y todo eso me lo vienen repitiendo. Como no tengo los objetivos, como no trabaje no sé cuántas horas, al final me convierto en un desgraciado cuando es justo al revés. Usted será felicísimo si me está rascándose la tripita o a lo mejor seis horas al día. Pero es que no puedo. ¿Por qué no puede? Porque tengo obligaciones. ¿Pero qué obligaciones? ¿Pero quién se las ha puesto? Si se las pone usted. No, no, no. Es la vida. Es la sociedad y la sociedad la hacemos todos. ¿Por qué tengo yo que cada cuatro años cambiar de coche? ¿Por qué tengo que ponerme 50 modelos o cinco de vestir si solamente puedo llevar uno? No es que para variar. ¿Pero para variar ante quién? ¿Ante los demás? Y eso es lo que está haciendo que muchas personas estén muy agobiadas porque les han dicho que querer es poder. Es mentira. Querer no siempre es poder, querer es poder a veces. Hay personas que se esfuerzan, luchan, trabajan y no consiguen el objetivo, con lo cual si querer es poder y no consigo, lo que yo quiero es que no he podido lo suficiente, es decir que no he puesto toda la carne en el asador, con lo cual lo he hecho mal. Con lo cual el culpable soy yo. Pues no, señora. Lo culpable es que el día que usted tenía que haber salido pues llovió o se cayó por una cáscara de plátano, porque existen casualidades, coincidencias, azar, destino, llamémoslo como queramos. No todo es la persona, esa especie de omnipotencia que a veces queremos tener.
Y recuerda que la salud mental no surge de la nada. Tiene que trabajarse, como todo en la vida.
Requiere esfuerzo, entrenamiento, como requiere estar en forma muscularmente. Pero ese entrenamiento, como cuesta un poquito y cada vez aguantamos menos la espera, pues cada vez se consigue menos. Todo lo que queremos es la pastilla mágica que nos dé el bienestar. Como cada vez, la industria farmacéutica se esfuerza más y consigue, unas tiritas emocionales maravillosas, pues vamos llenos de tiritas emocionales. La pastilla para dormir. La pastilla para la depresión. La pastilla para no sé qué. Cuando la mejor tranquilizante es el deporte, porque aumenta las endorfinas. Pero, claro, a ver quién se pone a hacer deporte. Quién se va todos los días una hora, hora y media a una piscina o tal. Vamos, que no tengo tiempo. Es que es un incordio. Es que entonces no puedo estar con mi hijo. Es que entonces no trabajo. Pues ya está, pues siga usted así. Esto no tiene nada que ver con la criminología, pero eso es psiquiatría.
😆SE OYEN RISAS Maravilloso.
Acabamos la conversación felices de la vida. ¿Hay crimen? Por desgracia, sí. ¿Hay enfermedad mental? Por desgracia, también. Pero la vida son dos pelaos. Así que… mejor llevarla con alegría.
Voy a ver a los señores de publicidad, que como no me tengan nada nuevo para la edición de mañana, les echo un rapapolvos que se van a su casa despeinaos…
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